Day, Dorothy; Sin mordazas.

 Day, Dorothy; Sin mordazas. Ed. Rialp, 2017.                TESTIMONIO

   La autora (1897-1980), periodista, en la primera parte de su vida defendió el amor libre y el aborto. Abortó su primer hijo por temor a ser abandonada por su amante. Su búsqueda de la verdad, le llevó a abrirse al descubrimiento de la fe. ·Dios la condujo a una adhesión consciente a la Iglesia, a una vida dedicada a los desheredados" (Benedicto XVI). Se ha iniciado su proceso de beatificación. Tuvo una hija, Teresa, siendo madre soltera. Las preguntas innumerables de su hija le ayudaron a su madre a buscar respuestas. Ante la negativa de su pareja al bautismo de la niña, decide romper con él, bautizar a la niña su propia conversión a finales de 1927. Su trabajo como periodista lo orientó a escribir artículos directos luchó por la defensa de los más pobres y marginados, como era el caso de los afroamericanos. Junto con Peter Maurin pusieron en marcha numerosas casas de acogida, especialmente necesarias tras las consecuencias de la crisis económica de 1929. Participó activamente en protestas y por desobediencia civil, fue detenida en varias ocasiones, lo que le dio pie para protestar por las condiciones en las que vivían muchas presas en Estados Unidos. Viajó incansablemente, usando el autobús como medio habitual de trasporte, en coherencia a como ella pensaba que debía de vivir la pobreza. Escribió innumerables artículos, durante dos décadas en la revista Commonwealth. En el libro se recogen algunos de esos artículos; relata desde un viaje con su hija a visitar a la Virgen de Guadalupe hasta su  estancia en la cárcel por defender los derechos civiles de la población afroamericana. Sin mordazas ayuda a entender la humanidad y tesón de esta defensora de la libertad, y aproxima al lector a su vibrante espiritualidad, verdadero fundamento de su fortaleza. Tanto el papa Benedicto XVI como Francisco se han referido a ella en alguno de sus discursos. La práctica de su vida religiosa y su apoyo al contenido de la encíclica de Pablo VI, Humane vitae, le llevaron a recibir algunos ataques, contradicción frecuente para quien vive como católico coherente. Su nieta, Kate Hennesy, ha sido una de las principales difusoras de una idea relevante de su abuela, para quien una de las tareas más relevantes en la vida era “darlo todo de uno mismo”.

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