Roth, Joseph: La cripta de los capuchinos.



La novela, con un tono pesimista de fondo, propio de la narración de la desaparición del Imperio Austro-Húngaro; con él desaparece un estilo de vida, también de algunos miembros de una nobleza, parásita. El protagonista es heredero un una familia ennoblecida por el emperador tres generaciones antes. Su origen era humilde, pero la intervención de un antepasado en la batalla de Solferino, en la que salvó la vida al emperador, fue origen de una nobleza que se narra en otro libro anterior. Aquí asistimos al final de una vida vacía y sin contenido, que con la Primera Guerra Mundial se vino abajo. Ese hundimiento va unido a cambios, que afectan profundamente al protagonista. Casado días antes de incorporarse a la guerra, se encuentra al volver que está arruinado y que no posee preparación profesional para ganarse la vida. Además, su esposa Isabel mantiene una conducta sexual ambigua, de la que no logra salvarla su esposo. A los estertores del Imperio de los Habsburgo, sigue una posguerra difícil y violenta. El periodo de entre guerras supone supervivir en la ruina económica. A eso se une la pérdida de la propia identidad cuando los nazis suben al poder en Austria. Antes de la entrada de los nazis en Viena, el protagonista, el señor Trotta, símbolo de ese mundo en declive, baja a la cripta en donde está el panteón imperial austriaco; allí percibe el final de ese periodo que parecía ser permanente para millones de personas. En la novela se cuentan ambos hundimientos, el del Imperio y el personal del protagonista. Algunas escenas reflejan con crudeza manifestaciones de carencias morales; por esa razón la novela requiere formación y madurez para su lectura.

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